Los amantes
Aquella frase me rebota en la cabeza una y otra vez.
Aquellas palabras dejan su huella profunda en mis recuerdos. Es la cicatríz de la memoria; la cicatríz de los años; la marca de tu recuerdo. Esa maldita marca que sellaste con ese beso furtivo, entre el humo y la cerveza que se enturbiaba en mi mano.
Ese beso aún me quema los labios y me dejó sin otra sensibilidad más que la de tu boca. Y esas palabras que dijiste sin sentir eso que llaman pudor, vergüenza o escrúpulos al estar tendidos en la cama, desnudos y sudorosos; con los cabellos y el cerebro revueltos; empalagados de placer carnal, animal, pasional, me persiguen como mi sombra.
Fue el oráculo más certero y conciente que he consultado.
Fue la verdad de un tiempo y la fatalidad de otro.
Desde aquellas terribles y veraces palabras, mi mundo y el tuyo se cruzaron con miradas furtivas, gemidos acallados, reuniones secretas con sexo desmedido e incendiario, temblores orgásmicos y cigarrillos apilados en un cenicero que no daba abasto.
Aún recuerdo cómo me lo dijiste. Aún las recuerdo zumbando en el aire enrarecido y humedo de mi habitación. Por un momento me imaginé muerte y resucitado. Tu boca en mi oido ayudó a que quedaran soldadas en mi cerebro.
Al sentir mis oidos vibrar con el ritmo pausado del sonido de tus palabras, me fuí y nos fuimos internando cada vez más en ese juego, esa arma de doble filo que se llama infidelidad.
En ese momento, la culpa o la sensación de estar haciendo algo prohibido no importaba nada. Sólo era importante aquello que decías; aquellas palabras enormes y avasalladoras que no tenían aristas o imperfecciones. Era la verdad cruda y sincera. Y sobre estas palabras se sostuvo nuestra historia hasta que fuimos descubiertos, expuestos ante el crudo juicio de los que nos rodeaban.
No me arrepiento.
No me arrepiento de haberte deseado todas esas veces; de haber tenido sexo contigo o de haber vivido una mentira.
No.
No lo haré.
No lo haré aún cuando en la soledad de mi cama, que se hace enorme sin tu cuerpo de hetaíra y curvas de guitarra, de la cual yo sacaba las mejores y más armoniosas notas, tus palabras me persigan como pesadillas de niño. Me persiguen, gigantes y luminosas, por el techo de mi pieza. Y con su voz más terrible y sonora me gritan al unísono: "Desde que nos besamos, supe que estábamos destinados a ser amantes...".
Amantes.
"Amantes". Esa palabra me resuena una y otra vez, como mantra maldito y gozoso. Todo a la vez.
Amantes. Lo que fuimos y que ahora, sin tí, no tiene sentido ni razón de ser.
Ya no existes y yo, que existo, no puedo ni podré jamás volver a ser tu amante o el de alguien más.
He dejado de ser, como la noche sucede al día. Aún así, volveré. Y volveré a sucumbir.
Sucumbir ante el deseo, el beso, el sexo furtivo y secreto, el humo, la cerveza, el cigarrillo, tus palabras, el destino.
Volveré a sucumbir ante la verdad que bajo un sol de octubre; un sol quemante y sólido, plantaste en mis oidos y mi boca.
Comentarios
No ceda a la tentación. que toma forma humana la muy desgraciada.
La foto del cuadro es como un Hulk violando a una mina, jaja.
Cariños amigo!
(p+)
Es una frase lapidaria, sí... muy pasional el cuento que nos trae Señor Paz, interesantemente pasional...
como bien dice la palabra
somos un mal necesario,
los únicos capaces de realmente
AMAR
No te arrepientas,
no tienes idea de la cantidad de gente
que mataría por vivir
una experiencia así
Has dado y te han entregado
y experiencia más sublima que esa
...no existe..
Hermosa manera de plantear "¿amor?"
♥♥♥ Enjoy ♥♥♥
Yo te abrazo por tener un par de huevos bien puestos.
me gustó esta apología tuya.
pero quedé extrañado con el cuadro ¿de que bosco es?
Un abrazo
Hace un tiempo, una amiga citó este texto en mi blog, y yo (poco original) lo vuelvo a citar, porque no encuentro mejores palabras en mí (al menos no hoy) que hablen de lo que significa "ser amante".
Saludos.-
Debe ser porque alguna vez yo también fui amante, más de lo necesario, creo.
Imaginaba un cuartucho, sbanas enredadas, y dos cuerpos jadeantes y con la adrenalina al 100, por el sexo y pro el miedo de ser descubiertos.
Un frío espeso, que me recorrió toda la espalda.
Como siempre llegaste a lo profundo.
beijos.
pd.: buen cambio =)
Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.
y ahora no puedo respirar
HÚMEDA E INFINITA
abrazos mil
m
aventurados sean lo amantes
quienes dan sin nada a cambio
desire more than temptantion I would say,
Sometimes you can't control the hunger ... after all ... deep inside, we are animals ...
Take care dear.
besos divertidos