Trébol
Sentía que quería suerte.
Caminé por la calle y quise llegar
Luego a la esquina
A veces, la suerte está ahí.
Típico.
Lugar común. Nada más.
Pero la encontré.
Allí estaba. Tierno. Verde
Brillaba en el pasto
Un trébol.
Lo tomé y pensé en mi suerte
Una hoja, un deseo
Dos hojas, más deseos
Y otra más. Más quería.
¿A ver? Otra vez:
Uno
Dos
Tres
Esto no es una margarita.
Esto no se deshoja.
Y me quedé con un cuarto
Un poco de suerte
Y a mí que se me olvidó
Que no había que deshojarlo
La mala suerte.
Comentarios
Y si la suerte no dependiese de nosotros y nuestros actos y deseos quizá todo sería un poco más liviano...
Y a veces no se nos olvidan las costumbres,sino que las confundimos con actos sencillos y comunes; que resultan en ocasiones inevitables...
Y si la suerte se va como las hojas de un trebol o una margarita,será entonces que debemos afianzar estas,precaver esa suerte que nos forjamos...
Cuidate mucho
Auf Wiedersehen!
La suerte no se da caminando sin hacer nada... sería muy fácil que fuese encontrándo tréboles, no estaría mal.. jajaja... pero la vida es distinta! Cada uno forja su destino.
Saludos y gracias por pasar a visitar!
Tengo una duda. Si un trébol de 4 hojas te da buena fortuna, qué pasa con uno de 5? La suerte es más grande? o ya no resulta?
La suerte, creo yo, no va en amuletos y menos en tréboles... Pero si me encuentro uno botado, lo recogo y lo cuido...eso está claro
Excelente escrito, man!
Nos leemos
=)
Saludos
Muchas veces creemos encontrar la fortuna, pero al rato nos damos cuenta que ya no es así... mmm, me parece tan familiar...
Saludos